sábado, marzo 29, 2008

Fumando espero.*


Como dice aquel estuchito de condones: nunca dejas de jugar, sólo cambias de juguetes.

Mi nuevo juguete: yo misma.(Incluye accesorios)

Aquí en la basílica de Santa Minerva, escondite preferido de los desvelados, de los infieles, de los que no tienen dónde ensayar y de una que otra araña, juego con todo a ser y hacer todo.

Hoy ya jugué a 4 cosas. De 3 de ellas no hablaré, pues aunque los que escribimos para ciberpublicar mucho tenemos de exhibicionistas, no he llegado a tanto.

Pero me gustó jugar a la lady. Corta bata roja, con el cabello aún mojado, tacones, taza de café, recibiendo la mundialmente famosa llamada de “te extraño, voy para allá”.

Cuando se juega a eso, la lady no se emociona. Sonríe sólo de un lado y responde: ajá.

No se apresura. Enciende un cigarro sabiendo que quizá quien llamó puede llegar antes de que ella esté lista, pero poco le importa. De todos modos se ve divina en esa corta bata roja.

No se maquilla, porque lo mismo le da. De cualquier forma le dirán: qué linda estás.

Hay tiempo para vestirse. Lo hace. Algo sencillo...de quitar.

Todo ocurre tal como la lady quiere, y pocas horas después vuelve a vestir la corta bata roja.

La lady fuma, al fin sola.

Deleitosamente vacía de sentimientos.

2 comentarios:

Ōkami dijo...

Me gustas cuando te pones misteriosa!

Unknown dijo...

Eres única!!