sábado, febrero 10, 2007

Cuando te transformas al leer.*


Como ponerse los tenis viejos después de una semana de traer los tacones nuevos, me reencuentro con la parte de mi cerebro y mi alma que reconoce la hermandad entre las personas y las palabras.

Decir y entender las cosas que de tan bellas son terribles y al revés. Placer incomparable.

Encontrar en una página el resumen de tu vida, aunque no sea tu historia la que se cuenta en ella.

Sacrificar horas de sueño es un gusto si es por juntar pedacitos de espejo.


3 de marzo de 2001

No hay comentarios.: