Si supiera todo lo que me enseñó.
Si supiera cuánto me moldeó.
Si supiera que a partir de él me vino esta costumbre de escribir cuando me tiembla el alma.
Él siempre busca. Nunca encuentra, pero busca. Le gusta tanto buscar, que busca respuestas para entender la evolución de algunas especies. ¡Un científico! Mmmm. Me relamo los bigotes.
Pero El Rey Eclipse ya no quiere oler a amor.
Quiere oler a orden. No a una orden como cuando me dijo ¡Ven para acá! Hace muchos años, y yo fui gustosa. Sino a orden.
Le he regalado más palabras escritas que a nadie, porque no se deja regalar más cosas.
El dice que no recibe besos. ¡Ja! Si supiera cuántos le puedo acomodar con una canción, y sin que se dé cuenta.
El sólo ama si está frente a una fantasía. Pero ¡oh, sorpresa! Yo soy diamante auténtico. Aquí no hay bisutería. (Ni faltas de ortografía)
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