
Qué gusto da cuando alguien se siente a gusto en casa.
Ahora mismo, mientras escribo, está conmigo una nueva habitante. Llegó hace unos días sin que yo me diera cuenta, y cuando supo que ya sabía que estaba aquí, se puso muy nerviosa.
Ella está acostumbrada a huir. Además está cansada de que hablen mal de ella.
Que si es el diablo, que si anuncia una muerte, que si te deja ciego. (Alguien me dijo: “Pero ¿y si se te pega en la cara cuando estés dormida?” ¡¿?!)
Estoy contenta de que viva aquí. De ser testigo de cómo se comporta una mariposa negra la primera vez que está en un lugar en donde no la quieren matar.
Hay algo en mí que la entiende.
Ahora mismo, mientras escribo, está conmigo una nueva habitante. Llegó hace unos días sin que yo me diera cuenta, y cuando supo que ya sabía que estaba aquí, se puso muy nerviosa.
Ella está acostumbrada a huir. Además está cansada de que hablen mal de ella.
Que si es el diablo, que si anuncia una muerte, que si te deja ciego. (Alguien me dijo: “Pero ¿y si se te pega en la cara cuando estés dormida?” ¡¿?!)
Estoy contenta de que viva aquí. De ser testigo de cómo se comporta una mariposa negra la primera vez que está en un lugar en donde no la quieren matar.
Hay algo en mí que la entiende.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario