lunes, marzo 23, 2009

Alto riesgo.


Qué fortuna. Qué privilegio tener el corazón latiendo rápido, el cuerpo agotado, el alma exprimida, la adrenalina escurriendo entre las piernas mientras practico este deporte extremo. Actividad de alto riesgo que exige hacer pausas para tomar aire y no morir ahogada en un espasmo o en un sobreesfuerzo.

Tarea sólo para valientes esta de, después de años, volver a leer Los Amorosos de Sabines.

1 comentario:

Hozbelya dijo...

si. me produce darle un beso harto largo a mitad de su frente....quitarme a tiempo para q no la mojedelagrimas chocarreras....