¿Por qué fumo?*

Dicen que es malo.
Malo joder al país con injusticia, malo tener y robar al que no tiene, malo decir que Maseca es el mejor maíz de esta tierra.
"Como dice la ley 23344: fumar es perjudicial para la salud. Salud. "

Pero es algo que llena todos los sentidos. Suena, sabe, huele, toca y se ve.

He intentado fumar con los ojos cerrados, y no es lo mismo.
Ver el humo es fascinante.

Es malo. Pero fascinante.

Empecé a fumar, como todos, a escondidas. Una cajetilla comunitaria duraba meses. No por falta de ganas de fumar, sino porque era difícil acceder al escondite sin ser sorprendidos. La primera la guardamos dentro de una bolsa de plástico que iba pegada a la tapa del tinaco que estaba en la azotea de la casa de mi amiga, y la única manera de llegar a ella era con una escalera de esas de metal. Era sospechoso que subiéramos sin razón. La segunda no estaba en la tapa del tinaco, sino en la de la caja del escusado, y por supuesto a la segunda vez, ya estaban todos los cigarros húmedos.
Más grandes, bueno, menos chicas, nos la íbamos rolando. Un día en la mochila de una, al día siguiente en la de la otra. Y el viernes, si nos juntábamos en casa de alguien, la sacábamos y nos fumábamos uno o dos entre siete. A veces fumábamos en la escuela, pero era cuestión de suerte. Ya en prepa, podíamos fumar libremente en el descanso. El mejor cigarro era después de llorar en clase. Había dos tipos de llanto: en matemáticas, porque no entendía nada, y en historia y filosofía porque me encantaban y me tocaban el corazón. Qué tiempos aquellos, en los que llorar era placentero. Pero hoy no hablo de llanto, sino de fumar.

El último cigarro de la noche y me voy a dormir.

Fumar es malo. Fumar mata. Vivir también. Fumar, vivir, amar.

“Enquanto o Destino mo conceder, continuarei fumando.”

(Mientras el destino me lo conceda, continuaré fumando.)
Fernando Pessoa.