Conozco bien la sensación. Nada nuevo. La detesto.
Conozco la emoción y su efecto. El estallido en la cabeza y entre las piernas. Insoportable.
Este momento en el que los sonidos se vuelven familiares y por lo tanto dolorosos.
El instante en que descubro que acabo de destruir algo. Algo más. Otra vez.
Y es que cuando la lámpara no trae genio…por más que la frotes...
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